Sunday, June 8, 2008

El Chiki Chiki en la luz del Quijote


(English Translation coming soon)
Tuve el placer de ver por la primera vez la semana pasada el concurso anual de la Eurovisión. No había planeado verlo puesto que era el sábado justo antes de los exámenes finales, pero una amiga me acordó de su existencia cuando me contó que alguien la había invitado a una fiesta de ver el concurso.
—Pero debería estudiar—dijo.
—A lo mejor podríamos estudiar en tu casa y tener la tele encendido, el volumen bajo y nos pondremos atención cuando pase algo interesante—sugerí.
Estábamos en la tienda PC City donde estaba esperando para revolver unos ariculares. Le preguntó a un chaval de unos quince años esperando en un sillón igualito que lo en que ella sentaba.
— ¿Sabes cuando empieza la Eurovisión?
—Pues, creo que por las nueve, ¿no? Por las nueve. Pero el Chiki Chiki no estará hasta las once o por ahí.
Por supuesto, el Chiki Chiki. La selección de España para representarse en la competición y lo único que importaba a alguien aquí de ella. Había visto el video en YouTube, me hacía gracia, pero no entendía su popularidad enorme. Tomaba un café una vez con un grupo de españoles quienes empezaban discutir su estupidez y lo único que pude añadir a la conversación era, “Sí, pero es cómico, ¿no?”
Pero esto era antes de experimentar la misma Eurovisión y contemplar lo que intentaba hacer este Sr. Chikilicuatre. Después de mirar un par de canciones, me horrorizó el espectáculo de un desfile de canciones repugnantes, la mayoría con letras genéricas en inglés. No pude distinguir entre la competencia salvo un par que se destacaban por mostrar algo de la cultura del entrante o alguna gota de originalidad. La alternativa de ver más de este desastre hizo que nos apetecía estudiar para el examen del arte.
Eventualmente me noté la introducción de España. Subimos el volumen y miramos fijamente a la pantalla mientras Rodolfo Chikilicuatre empieza con un solo de unas notas de “Old MacDonald” tocado con su juguete guitarra y entonces canta, o mejor dicho, recita sus letras absurdas sobre su baile, “El Chiki Chiki,” los varios personajes que lo bailen mientras sus bailarinas se caían y entonces luchan a levantarse de nuevo. La interpretación terminó en la plaza décimo séptimo pero un solo país, Andorra, la dio su máximo número de puntos. Es una señal de brillantez que a pocos les encanta algo, mientras los demás lo odian o no se llama la atención.
Obviamente, no conozco las culturas de los otros países europeos como la española después de vivir aquí durante nueve meses, pero me dio cuenta que esta interpretación sólo podría venir de España. Es un espectáculo de fracaso en que el cantante no puede cantar y las bailarinas no pueden bailar. Mientras los otros países hacen alarde su conocimiento de inglés, Chikilicuatre utiliza unas palabras de inglés mal pronunciado y deletreados fonéticamente como si fueran español en una pantalla atrás, por ejemplo breakdance como “brikindans”.
Su uso del medio de la canción pop a burlarse del mismo medio viene directo del Quijote. Cervantes escribió una obra maestra que esencialmente es una burla de la forma popular en aquella época de la novela caballería. Por supuesto hay más temas del libro que los relacionados a la caballería, pero es una crítica directa a ellas. Siglos después, el Quijote sobrevive como la primera novela moderna y podría decir la mejor de la historia, mientras el genero de la novela caballería está muerto hace siglos.
Cervantes fracasó y fracasó con sus novelas ejemplares porque el público, producto de la sociedad del Siglo XVI, no conectaban los temas. Cervantes escribía de un amor totalmente desconectado de las ideas del amor cortés y amor de lejos. Sólo llegó a reconocimiento con la publicación del Quijote. Pero el público general no reconocía las como criticismo social, sino como algo gracioso. “Baila el Chiki Chiki” ha entrado al concurso Eurovisión por su humor absurda, pero es realmente una critica de un concurso ridículo y inútil. España no eligió la canción porque querían perder o querían hacer la peor canción en la historia del concurso. Al contrario, sabían que iban a perder el diseño del voto (que algunos países vecinos siempre se votan y uno del Oriente siempre gana) y la escogió para decir que estupidez a propósito es preferible a canciones ridículos y terribles que se piensan muy serias.
Cuando tomó la decisión a convertirse en un caballero andante, Alonso Quijano tuvo que cambiar su nombre también, ya que todo de su personaje se cambió. Eligió el nombre don Quijote, un nombre ridiculo. “Rodolfo Chikilicuatre” es una invención del humorista David Fernández Ortiz, que hasta invento una fecha y lugar de nacimiento para Rodolfo. El nombre mismo es igualmente absurdo a Quijote, utilizando la antigua palabra española chiquilicuatre que tiene muchas connotaciones, ninguna positiva. Como nadie llamó a don Quijote “Alonso” después de su conversión, la prensa juega junto con Fernández en tratar el personaje como si fuera el propio artista mientras insista que Chikilicuatre es su apellido natural. Me acuerda del final de la vida de don Quijote, cuando dice que estaba loco pero ya es cuerdo, y no es don Quijote, sino Alonso Quijano. Pero nadie lo acepta. Ya están metidos en su juego. Estoy seguro que hasta su muerte, la gente llamarán a David Fernández Ortiz como Rodolfo y le pedirán a bailar el Chiki Chiki.

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